MISIONES.UNO | El financiamiento otorgado por fintech y otros proveedores no bancarios ya alcanza a más de 11 millones de personas y creció 34% en un año, pero la morosidad se duplicó hasta el 16%, superando ampliamente los niveles de la banca tradicional, según datos del Banco Central.

El financiamiento otorgado por proveedores no financieros –principalmente fintech, cadenas comerciales y mutuales– sumó en julio de 2025 a 11,2 millones de personas en todo el país, según un informe reciente del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Esa cantidad de deudores aumentó 34\% en un año, mientras que el saldo prestado, medido en términos reales, alcanzó los $11 billones, con una suba interanual del 84%.
En paralelo al fuerte crecimiento del segmento, la mora se aceleró con fuerza: la irregularidad total de la cartera de Proveedores No Financieros de Crédito (PNFC) trepó al 16,2% en julio de 2025, el doble que un año atrás y muy por encima de los niveles observados en la banca tradicional.
Los PNFC abarcan distintos tipos de actores: fintech (35% del mercado), cadenas de venta de electrodomésticos (7%), empresas de leasing y factoring (4%), otras cadenas de comercios (2,5%), cooperativas y mutuales (2,5%) y otros prestadores (49%). Dentro de este universo, las fintech mostraron en el primer semestre un incremento del 31% en el saldo de su cartera.
El 52% del financiamiento no bancario corresponde a tarjetas de crédito emitidas por estos proveedores y el 36% a préstamos personales, dos segmentos donde compiten de manera directa con los bancos.
Entre enero de 2024 y julio de 2025, los préstamos personales bancarios crecieron 277%, frente a 176% de los personales no bancarios. En cambio, en tarjetas de crédito el avance fue mayor entre los PNFC (90%) que en la banca tradicional (65%).
Del total de 11,1 millones de personas físicas endeudadas con proveedores no bancarios, 5 millones sólo mantienen obligaciones con este sistema y no con bancos. Esa franja equivale al 35% del total de deudores del sistema bancario y refleja, según el BCRA, el rol de inclusión financiera de los PNFC, al incorporar a personas que no logran acceder al crédito tradicional. No obstante, el organismo aclara que se trata mayoritariamente de préstamos de bajo monto. La deuda promedio se ubicó en $985.000, con un alza real de sólo 6% en el primer semestre, por debajo de la inflación.
La morosidad mostró fuertes diferencias por segmento. La venta de electrodomésticos registró en julio de 2025 la tasa de irregularidad más alta, con 27%, tras subir 12 puntos porcentuales en un año. Le siguieron las fintech, con 18% y un incremento de 8 puntos; Otros prestadores, con 15,8% (+8 p.p.); cooperativas y mutuales, con 10,4% (+3 p.p.); y otras cadenas de comercios, con 9,8% (+3 p.p.). El bloque de leasing y factoring, enfocado en operaciones de mayor monto para empresas, mostró una mora de 4,7% (+1 p.p.).
En el sistema bancario, la irregularidad de los créditos a familias pasó de 2,7% a 5,6% entre enero y julio de 2025, y alcanzó 7,3% en septiembre, triplicando el nivel de un año antes. Por tipo de producto, la mora en tarjetas bancarias subió de 5,6% a 10,8% y la de préstamos personales de 12,1% a 20% en igual período.
El BCRA destacó un dato particular: entre los deudores que tienen créditos tanto con bancos como con PNFC, la irregularidad es de 8,6% en la banca y de 15% en los proveedores no financieros. El organismo atribuye esa diferencia, en parte, a mecanismos de cobro más eficientes del sistema bancario, como el débito directo de cuotas, herramienta que fue restringida para las fintech en la gestión anterior y cuya restitución se evalúa. También menciona los incentivos de los propios deudores a priorizar el pago con los bancos, donde las tasas suelen ser más bajas y el incumplimiento puede implicar el cierre de una fuente clave de financiamiento futuro.

