MISIONES.UNO | Tras más de un mes de trabajos especializados, el Municipio de Oberá confirmó que el pozo termal del Parque de la Selva tiene una obstrucción total a más de 400 metros de profundidad, por lo que no se ejecutará la tercera etapa del convenio con el IPRODHA ni se recibirán la totalidad de los fondos, y el consorcio administrador convocará a instituciones y autoridades para definir el futuro del predio.


Tras más de un mes de tareas técnicas especializadas, la Municipalidad de Oberá informó que el pozo termal del Parque de la Selva presenta una obstrucción total a más de 400 metros de profundidad, lo que impide su recuperación en las condiciones actuales.

Según el informe elevado por los ingenieros y la empresa contratada, a partir de los 410 metros el conducto se encuentra bloqueado por filamentos y otros elementos que impiden el flujo de agua. La complejidad del cuadro llevó a dar por finalizadas las intervenciones previstas en las primeras dos etapas del proyecto.

Los trabajos comenzaron a mediados de octubre y el 16 de ese mes se realizó un acto público en el predio, donde se explicó a autoridades y vecinos el procedimiento y las fases planificadas. En una primera inspección se detectó una obstrucción a 367 metros, que fue retirada tras varias semanas de maniobras.

Superada esa instancia, se avanzó con una inspección interna mediante cámaras especiales de profundidad. Las imágenes obtenidas permitieron constatar que, más allá de los 400 metros, el pozo presentaba múltiples elementos extraños adheridos a las paredes y, a los 410 metros, una obstrucción total.

Los especialistas advirtieron que intentar nuevas maniobras para liberar ese tramo implicaría costos muy elevados y no ofrece garantías de éxito ni certezas sobre la posibilidad de restablecer el funcionamiento del pozo. En función de ese diagnóstico, se resolvió no avanzar con la tercera etapa del plan original, que contemplaba el encamisado del conducto solo en caso de lograr una desobstrucción definitiva.

Desde el Ejecutivo municipal aclararon además que, al no ejecutarse el 100% de las tareas previstas en el convenio firmado con el IPRODHA, no se percibirá la totalidad de los fondos comprometidos, lo que —señalaron— asegura un uso responsable y transparente de los recursos públicos.

Las autoridades remarcaron que este operativo, considerado un reclamo histórico de la comunidad, representó el último intento de recuperación del pozo sin apelar a inversiones adicionales de gran magnitud. Con los estudios concluidos, Oberá cuenta ahora con información técnica precisa sobre la dificultad de reactivar el recurso termal en el actual contexto de prioridades de gestión orientadas a otras obras de infraestructura urbana.

El Parque de la Selva, administrado por un consorcio, convocará en los próximos días a instituciones intermedias y autoridades locales para debatir y definir nuevos usos y destinos para el predio, a partir del escenario confirmado por los estudios recientes.