MISIONES.UNO | Cuatro familias productoras de San Vicente y San Ignacio accedieron por primera vez a electricidad mediante kits de paneles solares instalados por Energía de Misiones. El programa, pensado para hogares aislados donde no es viable la red convencional, ya mejoró la calidad de vida de unas 50 familias rurales en lo que va del año.


Cuatro familias productoras de parajes rurales de Misiones iniciarán el nuevo año con suministro eléctrico a partir de energía solar, gracias al programa que ejecuta el Gobierno provincial a través de Energía de Misiones. La iniciativa ofrece una alternativa sustentable para hogares donde, por distancia y condiciones geográficas, no es factible extender la red eléctrica convencional.

Tres de las familias beneficiadas —las de Julio de Olivera, Carlos Gritzmayer y Matías Dos Santos Gómez— residen y producen en picadas del municipio de San Vicente. La cuarta, encabezada por Rosa Cristaldo, vive en un paraje de San Ignacio. Se trata de pequeños productores que habitan en zonas de difícil acceso y con muy baja densidad poblacional; en algunos casos, son los únicos pobladores en varios kilómetros a la redonda.

Cada hogar recibió un kit compuesto por dos paneles fotovoltaicos, una batería y un inversor. Este equipamiento permite captar la radiación solar y transformarla en corriente alterna, adecuada para el uso doméstico. A partir de esta instalación, las familias pueden conservar alimentos y medicamentos, contar con iluminación estable, mecanizar la extracción de agua, cargar teléfonos y otros dispositivos para mantenerse comunicados e incluso encender el arbolito de Navidad, lo que marca una celebración distinta en las chacras.

Antes de cada intervención, los equipos de Energía de Misiones desarrollan un procedimiento en etapas que incluye la verificación técnica de la zona, la confirmación de la inexistencia de red eléctrica y la evaluación socioambiental de la familia. Se prioriza a hogares con niñas, niños y personas mayores. Una vez definidos estos criterios, se realiza la puesta a punto e instalación del sistema mediante operativos especiales, con técnicos, operarios y vehículos adaptados para caminos rurales complejos, en jornadas que los propios destinatarios describen como un “nuevo comienzo”.

El programa se implementa bajo la modalidad de comodato: los equipos quedan en uso de las familias mientras permanezcan aisladas. Si con el tiempo el paraje se densifica y resulta viable extender la red convencional, se conecta el servicio tradicional, se retiran los paneles y se reasignan a otros hogares rurales que aún no cuentan con acceso a la energía, generando así una rotación solidaria del equipamiento.

En lo que va del año, este esquema permitió que alrededor de 50 familias de bajos recursos de distintos puntos de Misiones mejoren su calidad de vida mediante la energía solar. La presencia de paneles en chacras y parajes se volvió una imagen cada vez más frecuente en la provincia, señalada dentro del NEA como una de las que más ha promovido el aprovechamiento de esta fuente renovable a través de Parques Solares Fotovoltaicos y proyectos con fuerte enfoque social.