Para los que nos realizamos quimioterapia como tratamiento para el cáncer este periodo de tiempo nos es familiar, en mi caso recibo ciclos cada 21 días . ¿por qué este periodo de tiempo? Va a depender del tipo y estadio del cáncer, de cómo está nuestra salud, del tipo de medicación ( roja, blanca) y del objetivo del tratamiento : coadyuvante, adyuvante, avanzado o paliativo . Se realiza cada 3 semanas para que el cuerpo se recupere de los efectos secundarios y su inmunidad se vuelva a fortalecer debido a que la medicación ataca a las células cancerígenas y a las células sanas.
Para muchas personas la quimioterapia genera miedo, quizás por los efectos secundarios conocidos o la incertidumbre de lo que nos va a pasar a nosotros, porque cada cuerpo es diferente y no sabemos cómo el nuestro va a reaccionar o responder hasta que lo pasamos y de igual manera los efectos pueden variar en cada ciclo. Yo particularmente me sentí aterrorizada. Recuerdo que le pedí a mi compañera de trabajo que me acompañó ese día a la sesión que se quede y eso me hizo sentir mejor. Pensaba que si dejaba este plano alguien conocido iba a estar para informar a mi familia. Otro miedo que aparece es que encuentren rápido una vena viable y no tener que sufrir varios pinchazos que después te dejen dolorida. Las recomendaciones médicas para ello son que mantengas una buena hidratación los días previos a la sesión.

¿Cómo vencer el miedo? Hablándolo, escribiéndolo, aceptándolo, rodeándome de personas que me den amor y presencia, física o virtual, todo sirve para sentirse acompañado y con una entrega y confianza de que esto se va a superar, que este momento va a pasar y nos va a acercar más a la cura tan deseada que nos va a permitir continuar pisando esta tierra y viendo este cielo, respirando y sintiendo los latidos de mi corazón y viendo la sonrisa de mi hijo.

Pensar que es un camino por el que vamos a transitar, que es temporal me sirvió para superar estos miedos y seguir adelante, con afectos es más fácil, más liviano, aprender a pedir ayuda cuando me siento débil y dejarme ayudar.

Todos tenemos fortalezas y desafíos que podemos trabajar. Si esta enfermedad nos da esta pausa de 21 días y 21 días es lo que se tarda en formarse un hábito como dice la sabiduría popular, ¿nos damos el permiso de mirar que desafío podemos intentar cambiar en este periodo? Aceptar la enfermedad, transitarla con clama y esperanza y salir de ella con más sabiduría seria hacer valer con todas las letras esta nueva oportunidad que nos da la vida para hacerla valer cada día.

Soy Rosana Ramírez, Licenciada en psicopedagogía. Fundadora de Crear y Aprender compartiendo mi experiencia como paciente oncológica para acompañarte porque si decidís caminar solo vas a llegar rápido pero juntos llegaremos más lejos.