MISIONES.UNO | #FINGIR DEMENCIA: la coartada del Frente Renovador para eludir su responsabilidad directa en el ajuste de Milei. Herrera Ahuad y el desafío de que el pueblo misionero se olvide de quién es Carlos Rovira. Rovira, el inesperado protagonista electoral que le da mala espina a la Renovación; la última vez que enfrentó a alguien fue Monseñor Piña, quien lo derrotó y lo relegó a las sombras.
La elección del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires consolidó un bipartidismo casi inquebrantable: por un lado, Fuerza Patria, con 47,28 % de los votos; por el otro, La Libertad Avanza, con 33,71 % (el 80 % del electorado se inclinó por La Libertad Avanza o por Fuerza Patria). Ese mapa, trazado a golpe de consignas nacionales y economías en crisis, se clavó en el ánimo de los argentinos y sembró la convicción de que solo hay dos opciones posibles: apoyar a Milei o frenar a Milei.
Uno de los problemas más grandes que enfrenta la Renovación en estas elecciones es que, mientras en el debate nacional se dirimen dos modelos de país, en Misiones el electorado puede votar “a los originales”: La Libertad Avanza, para apoyar a Milei y las políticas de ajuste; o Fuerza Patria, la unidad del peronismo para frenar a Milei y que suma diputados en todo el país.
En ese escenario de polarización recalentada, el Frente Renovador de Misiones apostó a fingir demencia y viró su discurso sin ningún tipo de vergüenza hacia la tendencia nacional. La aplastante victoria de Fuerza Patria en Buenos Aires, rozando los 15 puntos de diferencia, no es un detalle menor e impacta de lleno en el electorado misionero.
Pero la estrategia renovadora se topó con la autocrítica interna y con dirigentes que no quieren tratar al pueblo misionero de tonto.
En una de sus reuniones preparatorias, un candidato de los que siempre funcionan como colectora se expresó sin vueltas y cuestionó:
“Nosotros fuimos parte de todo este desastre; acompañamos el ajuste de Milei desde el día uno. ¿Cómo le decimos a la gente que no vamos a hacer todo lo que hicimos?”.
La respuesta del equipo de “coucheo” que recorre los municipios fue tajante:
“Hay que fingir demencia”.
Pero, como en el interior los dirigentes saben de política (algo que la Renovación parece creer que solo se aprende en un café posadeño), el dirigente retrucó:
“¿Cómo vamos a fingir demencia si en segunda posición de la lista está Micaela Gacek? Tenemos a Milei hasta en los folletos que vamos a repartir.”
Micaela Gacek es mileista, una de las principales referentes de La Libertad Avanza en Misiones e íntima de Karina Milei.
El equipo de “coucheo” volvió a responder:
“Fingir demencia…”
Ver a los dirigentes renovadores fingiendo demencia nos daría gracia a todos, menos a esos que tienen que salir a hablar con la gente y poner, como se dice, “cara de piedra”, fingir demencia y afrontar los cuestionamientos incómodos de los ciudadanos. Para un dirigente de territorio, sobre todo en los pueblos del interior, esta estrategia conlleva un costo político.
“FINGIR DEMENCIA”
Esa práctica que hoy deben llevar adelante los dirigentes renovadores resume la coartada del Frente Renovador: pedirle al electorado que olvide su propia historia de alineamientos y su responsabilidad y complicidad con el ajuste nacional de Milei durante los últimos dos años. Quieren hacer borrón y cuenta nueva, ocultando que cada medida de recorte o reforma estuvo firmada bajo la sombra de Carlos Rovira.
En Misiones, más allá del nombre del gobernador, manda Rovira. Su estilo autoritario marcó con puño de hierro candidaturas, alianzas y presupuestos. Herrera Ahuad jura que “a él nadie le dirá qué votar”, pero nadie cree que un renovador se atreva a desobedecer al caudillo que ha tejido todo el entramado de poder durante décadas. En Misiones no existe la Renovación: existe el rovirismo y nada más.
Mientras Herrera Ahuad necesita —y no puede evitar—, cada vez que tiene cámara, insertar el “A mí nadie me va a decir qué votar”, del lado de Fuerza Patria se viralizó un meme que dice “Que Rovira no te meta el muñeco”. Es la picardía de la militancia en momentos en que Rovira y su poder real sobre toda la dirigencia misionera están más al desnudo que nunca.
¿Una elección como la última que Rovira fue protagonista?
La creciente exposición de Rovira en estas elecciones, en las que su acuerdo con Milei para consumar un ajuste cruel sobre el pueblo quedó al descubierto, contrasta con la consigna que hasta hace apenas dos semanas la Renovación alzaba como mantra de obediencia: “Gobernabilidad: con gobernabilidad se paga”. Hoy la coyuntura comienza a asimilarse a esa última batalla en la que Rovira fue protagonista, el célebre enfrentamiento con Monseñor Piña. Aquella derrota le costó gran parte del desprecio que hoy siente por su figura el pueblo misionero y lo obligó a replegarse a las sombras para seguir dirigiendo el poder real en la provincia.
Fuerza Patria, la piedra en el zapato de Rovira
A pesar de los intentos renovadores por impedir que Fuerza Patria compita en Misiones, la unidad peronista a nivel nacional logró representación en la provincia con la exdiputada nacional Cristina Brítez. Una dirigente de carácter fuerte que se atrevió a ponerle un paquete de yerba a Mauricio Macri mientras el expresidente hacía una oratoria en el Congreso para visibilizar la crisis del sector yerbatero durante su gobierno.
El voto de Cristina Brítez es el único que Rovira no puede manejar, y lo que Rovira no puede controlar no es aceptable en la política misionera.
La existencia de Fuerza Patria en Misiones impide que la Renovación se posicione como alternativa a La Libertad Avanza, y eso, en una elección sumamente polarizada, amenaza sus resultados. Los comicios en Buenos Aires y la ola a favor de Fuerza Patria encendieron las alarmas, pero también provocaron que muchos dirigentes comiencen a buscar un lugar en el peronismo. Esto se vio potenciado por la dura interna dentro de la Renovación, donde el recambio de figuritas que promueve Rovira desde hace algunos años fue dejando fuera a dirigentes de larga trayectoria, haciéndoles sentir el desprecio del descarte cuando ya no los tiene en cuenta.
Los originales
Diego Hartfield, de La Libertad Avanza, y Cristina Brítez, de Fuerza Patria, son las opciones originales de los espacios nacionales que hoy están en plena puja.
Como lo expresaron Martín Menem y Karina Milei cuando llegaron a Misiones para apoyarlo en su candidatura a diputado provincial: “Diego Hartfield es Milei en Misiones”.
Y, por otro lado, Cristina Brítez, quien representa a toda Fuerza Patria: Cristina Fernández, Axel Kicillof, Sergio Massa y todo el arco del peronismo que hoy, en unidad, busca ponerle un freno a Javier Milei.
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