MISIONES.UNO | Durante un allanamiento en una vivienda de la avenida San Lorenzo, la Policía rescató cuatro loros habladores en cautiverio y secuestró documentación irregular vinculada a un guacamayo cuya tenencia está bajo investigación, en una causa por infracción a la Ley de Protección de la Fauna Silvestre.


Cuatro loros habladores (Amazona aestiva) fueron rescatados este domingo por la tarde durante un allanamiento realizado en una vivienda de la avenida San Lorenzo de Puerto Iguazú, en el marco de una causa por presunta infracción a la Ley Nacional 22.421 de Protección y Conservación de la Fauna Silvestre.

El operativo fue llevado adelante por efectivos de la Comisaría Seccional Primera de la Unidad Regional V, con el objetivo inicial de ubicar un loro guacamayo (Ara ararauna) cuya tenencia irregular había sido denunciada ante la Justicia.

Al ingresar al domicilio señalado, los ocupantes informaron a los uniformados que el guacamayo “vuela y vuelve”, motivo por el cual no se encontraba en el lugar al momento de la diligencia.

Durante la inspección del inmueble, el personal policial constató la presencia de una jaula que albergaba cuatro ejemplares de Amazona aestiva, conocidos comúnmente como loros habladores. Dado que la tenencia de esta especie está prohibida sin la correspondiente autorización de fauna, las aves fueron rescatadas y secuestradas de manera preventiva.

Posteriormente, los loros fueron entregados al Centro de Conservación de Fauna Silvestre OHANA, a cargo de Fernando Piesco, cuyos profesionales asumieron el traslado y el cuidado veterinario de los ejemplares hasta que la Justicia disponga su destino definitivo.

En el procedimiento también se incautó documentación vinculada al guacamayo buscado, emitida por el Ministerio de Agricultura de Paraguay. De acuerdo con lo informado, dichos papeles carecen de validez en territorio argentino, ya que no cumplen con los requisitos ni con los permisos establecidos por la normativa nacional para la tenencia legal de fauna silvestre.

Las actuaciones quedaron a disposición del Juzgado interviniente, que continuará con la investigación para establecer el paradero del guacamayo y determinar el grado de responsabilidad de los propietarios de la vivienda en la posible comisión de delitos contra la fauna protegida.